Niño dormido
La más hipnótica
Original para voz media. Se trata de una nana muy particular, dedicado al nacimiento de mi hermana. En el profundo poema, la autora contempla el sueño de un niño, y reflexiona y acepta dolorosamente su condición sin hijos. La música, hipnótica, no se aparta de la calma de la pedal de tónica salvo en dos momentos donde la angustia intenta imponerse.
NIÑO DORMIDO
Aquí en silencio. Noche.
Que hay un niño dormido.
Por sus ojos va el roce
De un ala o de un suspiro.
Sonrisa que dibuja
asombro, casi un ritmo
de alegría se denuncia
entre sus labios, íntimo.
Maravilla, presencia
de un aroma. Testigo
soy de un sueño. Otro sueño
junto a su nombre miro.
Flor y surco en la carne.
Si fue enigma, ya es mito.
Entre el ser y el no ser,
Límite de equilibrio.
(Elena Martín Vivaldi)
Categoria
- Canciones